VALIÓ LA PENA
Un poco más de dos horas me separaban de ti. El traqueteo de un viejo tren de cercanías retumba, creandome una sensación de mareo. Pero no me importa, pues ese devernir contínuo supone poner en mis manos un retal de vida. Miro ese retal una y otra vez, y la felicidad me embriaga, pues algo en mi me dice que el tiempo que paso contigo, merece la pena.
Horas después, me cuelo en tu habitación. No es una invitación al sexo. Sólo quiero dormir contigo. Dejo mis dedos caer sobre tu pecho, y en un gesto incosciente coges mi mano. Y ya no tengo miedo. Me siento segura, protegida, y por una noche, sé que las pesadillas no vendrán. Tu respiración es cómo una "nana" que me tranquiliza, me da paz y sana mi corazón.
Nos levantamos horas después con los efectos de la noche dándole vueltas a nuestras cabezas. Voy a la que quiso ser mi habitación y no fue, a vestirme, y entristezco porque se me olvidó pedirte un abrazo, pero al volverte a ver, ataviado con tu traje de chaqueta, sonrío. Y sé que se me acabó el tiempo, tengo que regresar, pese a que desee cavar mi propio agujero negro.
En los últimos días me has pedido estos escritos una y otra vez. Y tengo miedo. Miedo a perderte, a que te marches, a no oir más tu voz, ni sentir tus abrazos. Y ese pánico me tiene atrapada entre cuatro muros. Porque ante todo te has convertido en mi amigo, en mi propia y personal fuente de secretos y no podría soportar que fueran mis sentimientos la lanza que nos separara. Y no quiero respuestas que no podría asimilar, solo que lo tomes cómo un regalo, un halago por la vida que me has dado a veces, por todo lo bueno que compartimos. Lo sé, todo esto es un reflejo de mis miedos, pero por favor, no cambies.
Horas después, me cuelo en tu habitación. No es una invitación al sexo. Sólo quiero dormir contigo. Dejo mis dedos caer sobre tu pecho, y en un gesto incosciente coges mi mano. Y ya no tengo miedo. Me siento segura, protegida, y por una noche, sé que las pesadillas no vendrán. Tu respiración es cómo una "nana" que me tranquiliza, me da paz y sana mi corazón.
Nos levantamos horas después con los efectos de la noche dándole vueltas a nuestras cabezas. Voy a la que quiso ser mi habitación y no fue, a vestirme, y entristezco porque se me olvidó pedirte un abrazo, pero al volverte a ver, ataviado con tu traje de chaqueta, sonrío. Y sé que se me acabó el tiempo, tengo que regresar, pese a que desee cavar mi propio agujero negro.
En los últimos días me has pedido estos escritos una y otra vez. Y tengo miedo. Miedo a perderte, a que te marches, a no oir más tu voz, ni sentir tus abrazos. Y ese pánico me tiene atrapada entre cuatro muros. Porque ante todo te has convertido en mi amigo, en mi propia y personal fuente de secretos y no podría soportar que fueran mis sentimientos la lanza que nos separara. Y no quiero respuestas que no podría asimilar, solo que lo tomes cómo un regalo, un halago por la vida que me has dado a veces, por todo lo bueno que compartimos. Lo sé, todo esto es un reflejo de mis miedos, pero por favor, no cambies.
11 comentarios
NOTHING -
Viento Nocturno -
En mi pueblo dicen "Cuentas claras amistades largas".
Un beso
Tracey -
Lyzzie -
Besos!!
lua -
Dark kisses
Bruixeta -
Marta -
besos
Bruixeta -
Dynaheir -
Un besazo brujita!
Bruixeta -
Un abrazo muy muy fuerte!!!
Un anónimo más -
Un abrazo