DORMIR SEPARADOS
Hace ya un año y medio que una gran batalla comenzó a lidiarse en aguas del mediterráneo, una gran guerra interior entre el amor y la amistad. Hasta la fecha el amor había ganado combate a combate, ensombreciendo la amistad, haciéndola poco apetecible, y aquellos que tan solo padecían de ésta última se volvían locos y padecían de la enfermedad del anhelo, cuyos síntomas se traducían en tristeza, falta de seguridad en si mismos y un pesimismo extremo...
Pero pese a toda predicción en dos días, tan solo un fin de semana, todo había cambiado, la amistad había mutado y constituía un manjar de lo más sabroso...ganó su terreno a pasos agigantados y dotó a la insignificancia de poder, del don de los grandes dioses del Olimpo.
Cambié los abrazos y los besos que mi alma se empeñaba en rogar, por leves roces de mis manos llenos de complicidad. Preferí las enseñanzas del maestro a los susurros de amor, interpreté los silencios incómodos como la confianza de aquellos a los que no le hacen falta las palabras para saber que todo está en su sitio y comprendí que aunque no podía obligar a nadie a amarme de la manera en que soñaba existía algo más allá que había quedado oculto durante todo este tiempo tras un velo demasiado opaco...quizá no éramos precisamente los amantes de Teruel, pero existía un sentimiento mezcla de la amistad e intimidad que hacía todo igual de mágico...
Por la noche, abrazada de la oscuridad, recorrí los pocos centímetros que me separaban de ti y pedí tus caricias al unísono que te ofrecía las mías...Yacimos unidos...Entraste en mi y por un instante fuí solamente tuya convirtiéndome en exclava de tus deseos y mi corazón dejó de gritar pidiendo amor porque no alcanzaba a sentir la diferencia, aunque en la realidad la distancia fuera inrecorrible...
Dormimos separados en busca de la comodidad, embadurnados de la costumbre, pero a cada giro de tu cuerpo, a cada ruido, podía sentír que estabas ahí y la protección fue la misma que si estuvieramos abrazados...
Recibí un bostezo de buenos días en vez de un beso de ternura...pero abrí los ojos lentamente y pude verte de nuevo...te sonreí y guardé tu respuesta en el cajón de mis tesoros más preciados.
Puede que hoy no vayas a echarme de menos, quízá yo tampoco a ti, por lo menos no en la manera de aquellos que se aman...pero la luz ha abierto una ventana en mi corazón, y los rayos penetran ahora en mi alma y en un pequeño hueco se refleja tu nombre en un reservado donde guardo todo aquello que no quiero olvidar jamás.
Pero pese a toda predicción en dos días, tan solo un fin de semana, todo había cambiado, la amistad había mutado y constituía un manjar de lo más sabroso...ganó su terreno a pasos agigantados y dotó a la insignificancia de poder, del don de los grandes dioses del Olimpo.
Cambié los abrazos y los besos que mi alma se empeñaba en rogar, por leves roces de mis manos llenos de complicidad. Preferí las enseñanzas del maestro a los susurros de amor, interpreté los silencios incómodos como la confianza de aquellos a los que no le hacen falta las palabras para saber que todo está en su sitio y comprendí que aunque no podía obligar a nadie a amarme de la manera en que soñaba existía algo más allá que había quedado oculto durante todo este tiempo tras un velo demasiado opaco...quizá no éramos precisamente los amantes de Teruel, pero existía un sentimiento mezcla de la amistad e intimidad que hacía todo igual de mágico...
Por la noche, abrazada de la oscuridad, recorrí los pocos centímetros que me separaban de ti y pedí tus caricias al unísono que te ofrecía las mías...Yacimos unidos...Entraste en mi y por un instante fuí solamente tuya convirtiéndome en exclava de tus deseos y mi corazón dejó de gritar pidiendo amor porque no alcanzaba a sentir la diferencia, aunque en la realidad la distancia fuera inrecorrible...
Dormimos separados en busca de la comodidad, embadurnados de la costumbre, pero a cada giro de tu cuerpo, a cada ruido, podía sentír que estabas ahí y la protección fue la misma que si estuvieramos abrazados...
Recibí un bostezo de buenos días en vez de un beso de ternura...pero abrí los ojos lentamente y pude verte de nuevo...te sonreí y guardé tu respuesta en el cajón de mis tesoros más preciados.
Puede que hoy no vayas a echarme de menos, quízá yo tampoco a ti, por lo menos no en la manera de aquellos que se aman...pero la luz ha abierto una ventana en mi corazón, y los rayos penetran ahora en mi alma y en un pequeño hueco se refleja tu nombre en un reservado donde guardo todo aquello que no quiero olvidar jamás.
19 comentarios
alicia -
Fuz Neviros -
Lyzzie -
imma -
lore -
lua -
Dark kisses
Mon -
sé de que hablas... conozco ambas situaciones.
y entre ambas, también conozco de las otras. :p
un beso.
Hellcat -
Bonito relato, como siemmpre...
Percibo dos cosas en él: que te sientes mejor contigo misma por haber hallado esa "ventana en tu corazón"... pero al mismo tiempo echas de menos otros tiempos...
Pero piensa esto: quien no sepa apreciarte, no te merece. Ni antes ni ahora ni nmañana.
Besiwinis
silvia -
un beso bruja averia!!!
Firewall -
Bueno, ya sabes que estoy. (yo y "mi" casa de Alicante) :P
Venga cuidate mucho y recuerda que tienes a alguien en la capi ;)
elborde -
Que toda mi energía te llegué y se hagan realidas tus deseos. El objetivo está a la vista :O) muas
Turandot -
Un besazo ;)
Bruixeta -
Bruixeta -
jejeje, mcbeal, vale, los tendrás...gracies wapa!!Pero este finde remontamos, eh?muchos besitos
Makary -
alicia -
Corazón... -
...se ha abierto una ventana en mi corazón y los rayos penetran ahora mi alma...que bonitas letras, estoy feliz por tí, de este nuevo paso en tu vida. Bienvenida, un beshito ;o)
Mayte -
satin{Hc} -
Te recuerdo que me encanta lo q escribes, lo haces de una manera muy especial. Un beso!