MIENTRAS ME ESCONDÍA
Érase una vez una niña feliz, a quien el color rosado de sus mejillas infladas, y el grosor de su cuerpo, le daba un cariz especial, saludable, que no es poco. Ignorante a estereotipos, complejos, acumulando sueños y esperanzas día a día, embadurnada de los cuentos de hadas, palacios, y mundos mágicos...
Pasados los años, un día, se miró al espejo, y comenzó a llorar, incansable, y decidió que debía dejar de ser así. Su imagen la repudiaba, se odiaba, y ahora comprendía porque nadie la quería, o eso creyó ella en su día.
Se sumergió en el silencio eterno. Dejó de hablar, pues se avergonzaba de todo lo que pudiera salir de aquellas enormes curvas con las que le había tocado cargar. Y se propuso cambiar, aunque muriera en el intento...
La comida era su mayor enemigo. La perseguía a la luz del día y en la oscuridad de la noche, tentándola, intentando que nunca pudiera llevar a buen término sus propósitos de metamorfosis. Pero ella huía, se escondía tras cualquier puerta, y sentada en el suelo con su cabeza entre las piernas, lloraba y lloraba, sin parar, incansable. Corrió, corrió tan deprisa que logró perder de vista a su adversario.
Sus tripas sonaban en una amarga melodía que ya no era capaz de oir, y cuando sus piernas flaqueaban y debía concederle un capricho de supervivencia a su estómago, la culpabilidad la embargaba, la envolvía, encadenándola aún más al camino de la muerte, al que sin saberlo, podía estar acercándose a pasos agigantados. Un capricho, constituían dos días de penas, tres a lo sumo, lo suficiente para volver a sentirse desfallecer.
Prohibió su reflejo en los espejos, y dejo de mirarse. Sus ojos mostraban cada vez un cariz más triste, y hundido. La ropa comenzó a quedarle enorme, y sintió vergüenza, pues dejó de conocerse, se convirtió en una extraña en su propio cuerpo. Ella se vestía con unas medias, un pantalón encima de otro, varias camisetas, para disimular, rellenar ese cuerpo que ya no era suyo, pero su rostro, sus manos huesudas, su tristeza,la delataban.
Su larga cabellera rizada, en pequeños tirabuzones, quiso acompañar a la pobreza de su alma, y empezó a morir, cabello a cabello, perdiendo el brillo que siempre tuvo. Pero nada importaba...
Consiguió salir del pozo sin fondo al que se estaba acercando, gracias a mucha gente que todavía conserva a su lado.
Hoy por hoy, el reflejo del espejo me devuelve mi imagen, y aunque arrastro ciertas secuelas de aquellos años, me miro con timidez, de reojo, desnuda, y me acepto tal como soy, aunque sé que todavía conservo una parte distorsionada de mi misma. Ahora, los altibajos en mi peso son mínimos, y supongo que se puede decir que me encuentro dentro de los estereotipos. Como en todos los casos, esto siempre depende de los ojos que te miren, y del amor que se pueda leer tras ellos.
Desde aquí, gracias a todas aquellas que estuvisteís ahí, día a día, cargando con mis cambios de humor, mis lágrimas, y sobretodo mis silencios contínuos. No sé si me quiero más a mi misma, lo que si tengo seguro es sí que os quiero a vosotras. En verdad, puedo decir que tengo más de un ángel de la guarda.
Y también un abrazo enorme a todos aquellos que os acercaís al blog, día a día, y me mostraís que hay un mundo hay afuera, con gente a la que merece la pena conocer y querer.
Ups, me volvió a salir el lado cariñoso...;P
Pasados los años, un día, se miró al espejo, y comenzó a llorar, incansable, y decidió que debía dejar de ser así. Su imagen la repudiaba, se odiaba, y ahora comprendía porque nadie la quería, o eso creyó ella en su día.
Se sumergió en el silencio eterno. Dejó de hablar, pues se avergonzaba de todo lo que pudiera salir de aquellas enormes curvas con las que le había tocado cargar. Y se propuso cambiar, aunque muriera en el intento...
La comida era su mayor enemigo. La perseguía a la luz del día y en la oscuridad de la noche, tentándola, intentando que nunca pudiera llevar a buen término sus propósitos de metamorfosis. Pero ella huía, se escondía tras cualquier puerta, y sentada en el suelo con su cabeza entre las piernas, lloraba y lloraba, sin parar, incansable. Corrió, corrió tan deprisa que logró perder de vista a su adversario.
Sus tripas sonaban en una amarga melodía que ya no era capaz de oir, y cuando sus piernas flaqueaban y debía concederle un capricho de supervivencia a su estómago, la culpabilidad la embargaba, la envolvía, encadenándola aún más al camino de la muerte, al que sin saberlo, podía estar acercándose a pasos agigantados. Un capricho, constituían dos días de penas, tres a lo sumo, lo suficiente para volver a sentirse desfallecer.
Prohibió su reflejo en los espejos, y dejo de mirarse. Sus ojos mostraban cada vez un cariz más triste, y hundido. La ropa comenzó a quedarle enorme, y sintió vergüenza, pues dejó de conocerse, se convirtió en una extraña en su propio cuerpo. Ella se vestía con unas medias, un pantalón encima de otro, varias camisetas, para disimular, rellenar ese cuerpo que ya no era suyo, pero su rostro, sus manos huesudas, su tristeza,la delataban.
Su larga cabellera rizada, en pequeños tirabuzones, quiso acompañar a la pobreza de su alma, y empezó a morir, cabello a cabello, perdiendo el brillo que siempre tuvo. Pero nada importaba...
Consiguió salir del pozo sin fondo al que se estaba acercando, gracias a mucha gente que todavía conserva a su lado.
Hoy por hoy, el reflejo del espejo me devuelve mi imagen, y aunque arrastro ciertas secuelas de aquellos años, me miro con timidez, de reojo, desnuda, y me acepto tal como soy, aunque sé que todavía conservo una parte distorsionada de mi misma. Ahora, los altibajos en mi peso son mínimos, y supongo que se puede decir que me encuentro dentro de los estereotipos. Como en todos los casos, esto siempre depende de los ojos que te miren, y del amor que se pueda leer tras ellos.
Desde aquí, gracias a todas aquellas que estuvisteís ahí, día a día, cargando con mis cambios de humor, mis lágrimas, y sobretodo mis silencios contínuos. No sé si me quiero más a mi misma, lo que si tengo seguro es sí que os quiero a vosotras. En verdad, puedo decir que tengo más de un ángel de la guarda.
Y también un abrazo enorme a todos aquellos que os acercaís al blog, día a día, y me mostraís que hay un mundo hay afuera, con gente a la que merece la pena conocer y querer.
Ups, me volvió a salir el lado cariñoso...;P
23 comentarios
Jessie -
De repente no estamos tan solos, súbitamente existen otros seres atrapados, que no sé por qué extraña razón, empiezan a ser prisioneros de algo más fuerte.
La lucha es diaria.
yani -
no te conosco pero no hace falta conocerte para desearte lo mejor solo hay que tener corazon! espero que seas muy feliz y que disfrutes cada momento de tu vida... ojala que estes muy bien!
un beso y cuidate mucho!
nevii=( -
io pienso k mas k nada mas k no t kieras i todo eso... el hecho d k t metas en este mundo (reiino) simplemente es una konsekuencia de los stereotiipos k nos marka la television, las revistas de moda... todo eso... ves?
avece aunk no lo keramos todas somos viktimas de el k diran... i tratamos d ser un modelo perfekto...
io soi mia... i aunk kiera dejarla... no puedo m voi tres meses o kuatro x mucho i al siugiente regreso...
No eh buyskado aiiuda en nadie ... no kreo k aiia alguien d tanta konfiazna akien poder kontarselo pero bueno
k bueno k ya saliste tu d esto
i ojala nunk regreses
las princesas no son felizes!!
nunk ai un final feliz...
:(
jkuiidate besukos
de la nevisuka rudita
prinzess d un undo irreal
...:::(((nevicienta))):::...
Anónimo -
miluska -
Ulysses Ozaeta -
Veliz -
Felicitaciones por salir de eso, eres muy valiente!
Saludos
Lyzzie -
Me alegro de que hayas conseguido superarlo!! :)
imma -
un beso muy fuerte!!!
la hora de las brujas -
Turandot, has vuelto!!!Ya tenía ganas de saber de ti!!Me voy corriendo a tu página...Muchos besitos
turandot -
Ánimo en todo, sabes que valoro mucho en tí no sólo el arte con que manejas las palabras a la hora de expresar sentimientos, si no de ahora en adelante, la faceta valiente con que enfrentas las cosas.
Adelante, y no cambies. Tienes ya un público devoto entre el que me incluyo.
Besitosss.
macbeal -
como tu bien me has dicho siempre...la belleza depende de los ojos con los que se mire. Y tu para mi ERES PRECIOSA!!!!!
Brujita -
Makary, muchas gracias!!!Ah!el cariño es mutuo...Un abrazo
Makary -
p.d: se te coje cariño leyendote.
un abrazo
Es mi historia? -
la hora de las brujas -
vito -
La aceptación de uno mismo no radica en la aceptación del cuerpo, sino en la de la mente. A veces estamos tan descontentos con nuestro YO que nos esforzamos en maltratar esa parte objetiva (el cuerpo).
No se si hoy te acpetarás más fisicamente, pero sí puedo decir que te aceptas más personalmente, esto es palpable al ver como defiendes tu dolor, con un mecanismo de sublimación. Con el cual día tras día nos atrapas con tus escritos. ¡Felcidades!
P.D: ¡Casí lloro...! ¡jejeje!
La brujita -
Hellcat, lo tendré en cuenta en mis futuras conquistas...jejeje!Petonets
Ohh, silvi, muchas grcias!Bueno supongo que los estereotipos dejaran de serlo en el momento en que nosotros dejemos de darle la importancia de la que nunca debieron de ser dotados. Besets
silvia -
Hellcat -
Piensa que si le gustas a una persona, no sólo será por el físico. Y, en caso de que una persona te juzgue sólo por tu físico, entonces esa persona no vale la pena.
Un besote muy grande.
Firewall -
Un beso chiquilla. ;)
P.D. Gracias (sabes de sobra por que)
la hora de las brujas -
satin{Hc} -
Aunque estemos lejos, espero q encuentres a una amiga en mí, eso me encantaría. Un beso... ^_^