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La hora de las Brujas

LA PRESENCIA

LA PRESENCIA

Una vez fui niña, aunque apenas conserve recuerdos de ello. No logro desenterrar las imágenes de los juegos con mis hermanos, el cariño de mis padres o la complicidad con mi hermana. Tan sólo unas fotos abandonadas en una caja de cartón y viejas anécdotas dan crédito de que tuve una infancia.
Me esfuerzo y lo único que atraigo hacia mi son unas sensaciones, un temor que me acompañó durante toda mi niñez. He guardado esto con recelo, en la intimidad de mi alma, y hoy, no podría explicar por qué, necesito compartirlo, dotar de libertad a ese secreto a voces.
Siendo niña, en la noche, me embriagaba la oscuridad. Cuando mis ojos se acostumbraban a la falta de luz, y podía volver a abrirlos, una sensación se desasosiego me invadía. Podía notar como algo me vigililaba, mientras las sombras bailaban a su alrededor. Sabía que tan sólo alargando un brazo sería capaz de palparlo. Sólo era una niña, inocente, y el miedo a lo desconocido hacía que mi pequeño cuerpo temblara. Entonces me escondía bajo las sábanas, suplicando a cielo y tierra que aquella presencia desapareciera, y sollozaba, pidiendo a gritos protección. Cuando despertaba a la mañana siguiente una parte de ese temor seguía en mi, haciéndome diferente de mis hermanos que jugaban, disfrutando de sus años de infancia. Pronto me gané la fama de "llorona", pero era incapaz de explicarles el sentido de mis llantos, pues tan siquiera yo era consciente. La sensación de ser diferente, la incapacidad de hacerme entender, y mi timidez hicieron que las lágrimas aparecieran cada vez en intervalos de tiempo más pequeños, yendo perdiendo día a día su razón de ser. No sé cuándo, ni cómo, pero el manantial de llantos un día se secó y seguí una infancia de lo más normal.
Una noche en vísperas de un examen, estudiaba en el salón. Sólo yo, rodeada de papeles que debía memorizar, y un silencio sobrecogedor. Toda mi familia descansaba en sus aposentos. El sueño me estaba venciendo. Me levanté y dejé mi vista plantada en la pequeña terraza que daba al exterior. Entoncés lo ví de nuevo, había vuelto. Me miraba. Quedé paralizada, no podía cerrar los párpados, y ninguno de mis músculos obedecia. El dolor que desprendía aquella presencia dañó mi alma y una lágrima recorrió mi mejilla. Tan solo el temblor de mis piernas y brazos daban crédito de que mi corazón seguía latiendo. No sé cuánto tiempo estuve así. El sudor bañaba toda mi piel. Tenía miedo, un pavor que todavía hoy me deja boquiabierta al recordarlo. En cuanto recuperé algo de movilidad corrí hacia mi cama, cogiendo con fuerza las sábanas y envolviéndome literalmente bajo ellas, no dejando que tan siquiera un cabello viera la oscuridad. Pero eso ya no era suficiente. Fue la noche más larga de mi vida, y pese a que no podía verlo, sabía que seguía ahí vigilándome, mirándome de una forma enternecedora pero al unísono la más triste que os podaís imaginar. Durante mucho tiempo esperaba a que mi hermana durmiera y encendía la lámpara de la mesita de noche, pues la luz me protegía de las sombras de la oscuridad. Sólo así era capaz de dormir. Cuando mi hermana se desvelaba la apagaba gruñona. Pero ya no importaba, pues ya estaba sumergida en el sueño, y al volver a abrir los párpados estaría abrigada de las luces del nuevo amanecer.
Con los años me he acostumbrado a que esa presencia desconocida me vigile, y muchas de mis pautas de conductan hacen latente el miedo que aún conservo. Cuando llego de madrugada recorro toda la casa hasta llegar a mi habitación en un abrir y cerrar de ojos, procurando no mirar a mi alrededor, intentando alcanzar lo más rápido posible la burbuja que me aisle. Jamás he vuelto a estudiar sola en el salón, sino que lo hago en el dormitorio, pese a las molestias que puedo ocasionarle a mi hermana. Procuro llenar el silencio de música para no sentirlo. Nunca duermo con ningún armario, puerta o ventana abierta, y a veces, escribiendo para vosotros noto como mis dedos tiemblan sobre el teclado, me giro lentamente, y sé que esta ahí observándome, vigilándome sigilosamente, como ahora. Me adula pensar que puede que tenga un sexto sentido, pero no me lo merezco porque no soy capaz de comprenderlo.
Quizá es por eso que temo tanto la soledad. O alomejor, simplemente, estoy loca.

PASIÓN

PASIÓN

Es curioso que a pesar de haber compartido tantos y tantos años de mi adolescencia con la misma persona, jamás las letras de mis escritos bailaron a su son. Cielo y tierra, el dolor acumulado en tantos y tantos llantos desesperados, hacen que solo una palabra sea capaz de traspasar mi herida, y abrirla de nuevo. Pues pese a que siempre pregoné a otros delante de él, es cierto que su pasión me tenía atrapada, sus rarezas, sus miradas pérdidas en el horizonte, y sus silencios.
Tan siquiera un te quiero, un te he echado de menos, un lo siento a tiempo, sólo la nada, y el saber que existía una dependencia entre ambos, un imán que nos atraía el uno hacia el otro, menguando toda fechoría o maldad anterior.
El magnetismo era tal que recuerdo a la perfección la primera vez que la rabia y los celos enrojecieron sus ojos, dejando a la luz su alma. Él tenía claro que yo era suya, y por unos segundos fui arrebatada de su lado.
Bebíamos juntos en una discoteca de las afueras de una pequeña ciudad de la costa. Él estaba respaldado por sus amigos, y yo, en mi afán de permanecer a su lado, estaba sola, pues me sentía protegida por todo aquello que él y yo compartíamos. Cuando entramos, casualidades de la vida, me crucé con el gran fantasma del pasado, y sin poder evitarlo me dirigí hacia aquel espectro dispuesta a conseguir la disculpa que bien me había merecido antaño. Pero, ¿qué decir?, soy una blanda, y cuando entrego a alguién mi corazón, siempre le dejo una parte de él para que lo conserve por siempre. Le comenté algo de ese "lo siento anhelado", pero tras una aproximación, terminamos fundidos en un fuerte abrazo y la promesa de hablar todo con más tranquilidad con un café.
Cuando volví al lado de los demás, él no dijo nada, sino que me miró enfurecido, me asió de la mano(cosa que no hacía nunca en público), y me arrastró hacia la barra, pero algo me lo impedió. Mi fantasma cogía mi otra mano, y me hacía una señal para que le escuchara por un momento. Tenía pocos segundos para reaccionar y había bebido demasiado. Me acerqué al espectro, pues no podía, no quería negarle la palabra, y volví lo más rápidamente posible con quién realmente quería estar esa noche, aunque no lo estuviera demostrando.
Cuando salíamos de la discoteca ambos buscábamos excusas para no regresar a casa directamente, pero parecía imposible deshacernos de uno de sus amigos.
Decidimos ir a un sitio apartado de la civilización donde poder seguir la marcha, con la música del coche acompañándonos y aquel personajillo que no se decidía a irse a casa y dejarnos un rato a solas.
En un momento de las noche, tras muchas horas de fiesta, me acerqué a él para indicarle que debía ausentarme un minuto, para que supiera dónde estaba y vigilara que no viniera nadie. Sin ton ni son, recuerdo verlo acercarse ferozmente , y sin decir palabra se abalanzó sobre mi , me plantó un beso con tal pasión que pude sentir su rabia acumulada durante la noche. Su amigo nos miraba atónito, y por fin decidió marcharse.
Sé que mucha gente se compadeció de mi por soportar muchas de las cosas que él me hizo, otros sufrían al ver mi pasividad, y el dolor que acumulaba día a día. Pero nunca nadie jamás entendió las cuerdas invisibles que me ataban a él con fuerza. Creo que él lo sabía, en aquellos tiempos yo era la única persona que conocía y comprendía sus inquietudes. Yo había recorrido parte de mi camino, pero él solo había puesto un pie en la senda, y todo su ser le pedía, le exigía que recorriera más mundo. Si en aquel momento se hubiera entregado a mi, jamás hubiera sido libre. Todavía no había llegado su hora, sino que le sorprendió años después de manos de otra mujer.
Sólo espero que sea feliz, y que en un pequeño rincón de su corazón sepa que él conservará una parte del mio eternamente.

UNICORNIO

UNICORNIO

Como cada noche, tumbada en mi lecho, absorta en mis delirios.
El cuerpo me pesa cada vez más y se va hundiendo entre las sábanas. Mis párpados dejan de obedecerme y no consigo mantenerlos en su sitio. Sólo la oscuridad y yo. El subsconciente comienza su juego.
Una playa desierta. Los cantos del mar casi me hipnotizan. Sigo en la misma posición, pero mi cama ha desaparecido. Los granos de arena me impregnan desde la cabeza a los pies, y los primeros rayos del amanecer me protegen del frio, dejándome atrapada en la somnolencia. No soy capaz de distinguir nada, sino que una gran cortina de niebla lo cubre todo. Por un momento creo estar volviéndome loca, me siento sola y tengo miedo, un pavor increible a que todo mi mundo halla desaparecido. El sonido del agua al chocar contra las rocas se me mete en la cabeza, y la sensación de agonía me paraliza. Quiero gritar, pero tan siquiera tengo voz...Apartó la niebla con largos movimientos arriba y abajo con todo mi cuerpo, hasta que las combulsiones son tan fuertes que me siento desfallecer.
Y entonces aparece él, a lo lejos, galopando velozmente hacia mi. Es un hermoso unicornio. El blanco de su lomo brilla con una intensidad sacada de mis cuentos de niña. Sin saber cómo ni por qué, empiezó a tranquilizarme. En pocos minutos ha recorrido varios kilómetros, y se encuentra frente a mi, mirándome fíjamente.
Soy incapaz de despegar mis ojos de los suyos. Como regalo la paz. Ya no tengo miedo, y mi estado de ánimo es ahora muy distinto, parecido a tener un pie en el paraíso y saber que puedes cruzarlo, que ya eres parte de él.
Me acerco sigilosamente. Tan siquiera se mueve, sino que sigue mirándome, con una expresión de amor que jamás pude ver en ningún humano. Acerco mis manos cautelosamente y ante su consentimiento, lo acaricio, lentamente, dejando que cada uno de mis dedos se hunda en su crin, recorriendo todo su lomo...y todo deja de existir, sólo él y yo.
Algo llama mi atención. No sé lo que es. Comienzo a abrir los ojos de nuevo, y siento el abrigo de la manta. He vuelto, y quiero morir. Pero lo siento, sigue aquí, conmigo, y algo me dice que jamás me abandonará, que estará esperando en algún lugar recóndito a que llegue mi hora y podamos permanecer por siempre juntos. Mientras tanto, sé que él me protege, y todas las noches, al llegar el amanecer, me despierta con su luz, y solo por medio segundo, en un estado entre el sueño y la vigilia, puedo verlo. Entonces sé que todo irá bien, y que un día el amor me acunará a mi y a todos los que lo hemos anhelado siempre.

ÁNGELES

ÁNGELES

Érase una vez tres ángeles negros que revoloteaban alrededor de una luz que había sido recompensada con unas enormes y hermosas alas blancas que le permitían volar, flotar y abrazar en un aletear el infinito.
Podías sentir la inocencia del ángel blanco solo con el resplandor de sus pequeños ojos. Su olor impregnaba todo el universo, mientras ella jugueteaba con Andrómeda. Su aura llenaba de luz todas las estrellas que bailaban a su alrededor, tal luciérnagas. Podría perderme en palabras, sentimientos y poesías, y jamás podría describir la belleza a la que tal ser mitológico era capaz de transportarte.
Lo que en un principio era envidia y odio procedente de la oscuridad, se convirtió en una extraña razón de ser para los ángeles negros que quedaron deslumbrados de su inusual pureza. Los tres lidiaron con sus mejores artimañas para arrastrarla hacia cada uno de ellos. Y aunque el hilo que separa el amor del odio es casi imperceptible a nuestro tacto, en el caso de los ángeles negros tan siquiera existia, pues habían sido desprendidos de cualquier capacidad de amar. Más bien se trataba de una cuestión de sometimiento, de posesión. El ángel blanco no era para ellos más que una reliquia, un premio para mostrar ante los demás y regocijarse de estar un punto por encima.
La mecían y cuidaban, en su cruel intento de embelesarla. Ella se sentía privilegiada, embriagada de amor, demasiado confusa, sin poder caer en la cuenta de que no era más que un cordero para degollar en el altar de la maldad.
Soñaba y reía, pero sobretodo lloraba incapaz de elegir, pues sus ansias de amar eran tales, que se debatía en un continuo devenir entre la pasión que le ofrecía el menor de todos, y la amistad y complicidad que le regalaban los dos restantes. La duda la ahogaba y sus pequeños ojos cada vez recogían un cariz más triste, mientrás un manantial de lágrimas empapaba sus alas blancas imposibilitándole volar.
Un día, una luz entre las luces, se percató del estado en el que poco a poco iba sumergiéndose aquel regalo de la naturaleza, y confinó a los ángeles negros en otros lugares, tan léjanos, que ella no podría jamás volver a mirarlos.
Pero el resultado no fue el esperado. Pese a que sus ojos habían sido abiertos para que pudiera observar detenidamente los fines verdaderos del mal, su bondad le hacía justificar todo lo que su corazón no podía soportar.
El ángel blanco acabó en un cómodo estado de letargo, en el que sólo se escuchaban sus sollozos y en el que su vida iba llegando a su fin. Se le heló el corazón y hoy por hoy yace petrificada, junto a una gran roca que la cubrió de su esencia para protegerla.
Por su lado, los ángeles negros, pese haber perdido la batalla, se regocijaban y desternillaban observando el espectaculo, mientras sus días transcurrían con normalidad. !SILENCIO! Podeís escucharlos?
Encambio, el ángel blanco jamás murió, sino que permanece por siempre en el corazón de todos aquellos que padecen de desamor, evitando que su alma se congele, manteniendo la esperanza, el don de poder amar. A veces, cuando se mueve en su concha de piedra se puede todavía disfrutar de su olor, y ese día, sin que nadie pueda explicarlo, una lluvia de estrellas adorna el firmamento ante la mirada atónita de todos aquellos que no han dejado de soñar.

ESPEJO

ESPEJO

El reflejo del alma es quizá aquel que más nos atormenta, por eso nos negamos a mirarnos al espejo, escondiéndonos tras un disfraz de adulaciones, buenos modales, y muestras de cariño infundadas. Pero ni al mismo zorro le duró la máscara eternamente...
Es demasiado fácil juzgar a los demás, perdernos en sus defectos y carencias, tal si fueran cuentos escritos que podemos interpretar, como si carecieran de corazón, y constituyeran bloques de hielo perfectos. Pero pocas veces intentamos mirar más allá. Preferimos quedarnos en la superficie. Ciegos, invidentes de lo que realmente acontece ante nuestros ojos.
Con veinte siglos a nuestra espaldas en los que miles de civilizaciones han sobrevivido aferrados a la fe en mitos, dioses, y personas amadas, hoy por hoy, hay algunos que prefieren tender la mano al desconocido, mejorando su imagen ante la sociedad. Y esto, aunque no lo creaís, a veces parte el corazón.
Así, si creemos que alguna amiga o amigo ha pecado, en vez de tenderle la mano, nos perdemos en engrandecer sus defectos, y utilizarlo como picadero en cualquier aseo de cualquier bar.
No, no soy una santa, ni pretendo serlo, pero llevo años luchando por no juzgar a las personas que amo. He perdido a mucha gente en este empeño, pues a veces el viento sopla en tu contra.
Al ir a cruzar la meta de mi propio reto, una daga. Y a alguien se le rompió el espejo de no mirarse.
Y de verdad os digo que la primera en ponerme delante del espejo fui yo. He visto todos mis defectos, los conozco y reconozco, y aún estoy intentando sobrevivir a muchos de ellos. Pero algunos pedazos andan perdidos por lugares inalcanzables para mi. Intento tapar mis oídos y oigo como otros se desternillan.
Como ya dije en mi primer post soy Cáncer, y veo el mundo en un contrapicado, que a veces engrandece toda nodada.
Quién no haya pecado nunca, que tire la primera piedra.
Un abrazo a todos

PECADOS

PECADOS

Ante futuras represalias a mi artículo anterior,
INSTRUCCIONES:
* No sacarlo de contexto(estoy dolida).
* Quien se de por aludido/a que no se ofenda.
* Todos tenemos derecho a opinar, incluso los que parecemos más callados...
* Y todos tenemos nuestras formas, escribirlo, en mi caso, no es de cobardes.
* El ser humano es injusto, y yo como tal, también puedo serlo muchas veces.
Pensaba utilizar la tecnología que me ofrece este blog y borrarlo, pero si para algo nació esta iniciativa era para decir lo que pensaba o sentía en determinados momentos, así que me pareció un gran pecado cometer tal sacrilegio.
No estoy enfadada así que no busco perdonar ni recibir la absolución de nadie. Quizá mañana esto sólo sea un episodio olvidado, y puede incluso que yo sea un poco exagerada en mis modos, pero no puedo ni quiero condenarme por eso.
Felices sueños!

MÚSICA

MÚSICA

Los acordes se perdían en el infinito, entrelazando cada una de las notas, armonizando mi alma...dejándome fantasear despierta.
En ocasiones, al bajar del paraíso al que me transportaba, veía mi reflejo en el espejo sonríendo, pues sin saberlo, había pasado a otra dimensión dónde todo era como yo deseaba. Otras acompañaban mi tristeza y mi deshasosiego, permitiendo que las lágrimas empaparan mi rostro y fueran abandonando mi corazón. Porque sí, porque llorar es la única senda que encuentra el alma ante ciertas situaciones que la ahogan.
Su gran don es poder cambiar los estados de ánimo...Puede dejarte volar o enseñárte el camino al agujero que te lleva a la nada. Sólo dependía de la partitura elegida tal literatura de todo tu ser.
Los primeros pasos de la guitarra aprisionan el lugar, encogiendo todos tus órganos vitales. Cruzas tus ojos con los del resto del mundo, y todos sonríen. Los pies adquieren independencia y comienzan a moverse al son de la guitarra. La cadera, de alma nacionalista, le sigue en su empresa. Sin haber podido hacer nada para evitarlo te salen alas y puedes flotar, volar, ante la mirada atónita de aquellos que dicen no sentir nada.
Junto a cada nota, se alza hacia el firmamento una delicada poesía, que te posee y tarareas casi sin ser consciente de ello. La repites una y otra vez en tus adentros, poniendo en tu mano lo que nadie pone, levitando...
Y es que la música, sin ninguna duda, es mi mayor fuerte de inspiración. Una canción, un recuerdo, y las palabras, los sentimientos, fluyen solos en el gran rio de la vida, llenándo estas y otras páginas que poco a poco me desnudan ante vosotros.

PAPELES..........

PAPELES..........

La montaña que veís cayó sobre mi anoche mientras intentaba digerir cada una de las letras, escuchando sílaba a sílaba la historia que me querían contar. Muchas veces, sólo oyendo, absorta en mis pensamientos y delirios...
La oscuridad de la noche estaba dejando paso a los primeros rayos del amanecer, y el sueño, cansancio, y desesperación, me venció, como muchas otras veces lo ha hecho. Y es que perder el hábito, es perder el don. Lo que antes me suponía la ley del mínimo de esfuerzo ahora era similar a escalar una angosta montaña con zapatos de tacón. Y la posibilidad de arreglar mañana lo que hice hoy, ha constituido mi más severa excusa para engañarme a mí misma.
La próxima vez mimaré esos conocimientos, los expresaré mejor, pero sólo son disculpas ante el temor de no haber sabido cuidar y acoger la sabiduría que otros me ofrecen.
Un fracaso más en mi listay todo el esfuerzo de los últimos meses desparramado en papeles que se pierden en los más oscuros rincones...

LA MAR

LA MAR

Me siento a tus pies, y toda tu humedad me posee, tal afrodisiaco. Ante tu inmensidad, y en tu romance con el firmamento, puedo imaginar y soñar a mi antojo, indefensa ante tu grandeza, absorta en el infinito...
Tus brazos me mecieron y jugaron conmigo en mis años de infancia, y hoy, muchos años después, me sigues acariciando, y acogiendo en tu seno, fortaleciendo todas y cada una de las cadenas que me unen a ti.
Nuestro vínculo es inmortal, y cuanto más me alejo , más te echo de menos. No puedo imaginar, ni por un solo momento, no poder posar mis pies desnudos sobre ti, olvidar nuestros revolcones, y la complicidad que me ofrece tu sabiduría.
No logro mantener un recuerdo sin que hallas sido tan partícipe de él como yo. Me orientastes en mis primeros pasos, enseñándome a encontrar el camino a casa, la senda para encontrar a toda la gente a la que amo, y en tu ausencia, me pierdo...
Me levantaste cada vez que tropecé, y hoy, como muchas otras veces, me has devuelto la inspiración. Cómo siempre, podría pasar horas y horas mirándote con deseo, ansiosa de que el tiempo, las lluvias, y el frío viajen a otros lugares, y nuestro amor deje de ser un amor prohibido.

ROJO, VERDE Y ÁMBAR

ROJO, VERDE Y ÁMBAR

Otro día más y hay sensaciones, momentos, que por más que pasen los años puedes revivir, deleitarte, o sufrir por ellos como si hubieran pasado ayer...
Es increible cerrar los ojos, y perderte en el pasado,en aquella noche, a orillas de la playa, sintiendo la humedad y el sonido del mar entremezclado con la música que se escapaba de los bares que rodeaban el lugar.....Y allí estaba él, tan especial como siempre:
-Anda, cuánto tiempo sin verte!!!Tú me debes unas fotos.....
-¿Vestida o desnuda?
Una mirada, una sonrisa tímida,cómplice, y el roce de sus labios....Nos alejamos, y un caballo azabache tiraba de la carroza blanca que iba a cobijarnos. Viajamos hacia el fin del mundo. Podía ver la luz de las estrellas, una hermosa luna llena, mientras la canción de "Titanic" adornaba junto con mi bohemia aún más el momento.
Los primeros rayos de sol comenzaron a deslumbrarnos, habían pasado horas, y su respeto me permitió conservar la inocencia de aquellos días.
De camino a casa, nos fundíamos en un beso en cada semáforo, sin percatarnos que a veces cambiaba de color. Rojo, verde y ámbar fueron testigos de un sueño, un milagro hecho realidad.
Pasé muchos otros buenos momentos con él, pero jamás podré recordar uno tan claro y que me llenara más. Hoy, después de muchos años, mientras lo relato para vosotros, puedo sentir la emoción que me embargaba, y podría repetir palabra a palabra, segundo a segundo, promesa a promesa...
Él era todo un libertino, y tuvo que marcharse, por siempre. Pero dejó parte de su esencia en mi, y en la actualidad, no yacemos entrelazados, pero disfruto de lo único que queda entre los dos, amistad y la complicidad de aquellos que se han amado.
Me costó siglos entender las razones que le habían encadenado a otros mundos. Y durante todo ese tiempo estuve absorbida por la desesperación, el dolor...buscándolo en otros lugares, en otros hombres...olvidando que las personas son únicas, los parecidos desconcertantes, y las comparaciones odiosas.
Este artículo está dedicado al elfo.

DEDICADO A TRISTEZA

DEDICADO A TRISTEZA

Hoy una de mis incondicionales se ha bautizado así misma como "Tristeza", y desde estas líneas y con mi humilde condición de bruja me gustaría dedicarle este artículo solo para ella.
Comprendo cada una de las cosas que ahogan tu corazón, y aprisionan tu alma...y créeme, si pudiera agitaría mi escoba y barrería todos esos pensamientos que te atormentan. No puedo acabar con tu dolor, pero prometo poner todos los granitos de arena necesarios para curar la herida!
Y aunque es una frase muy típica, y la habrás oido miles de veces, se que para ambas tiene el significado de antaño: "No llores pq no puedes ver el sol, o las lágrimas no t dejarán ver las estrellas". Funcionó entonces, y funcionará ahora, como si fuera nuestro conjuro personal, nuestro pacto de supervivencia...
Sólo decirte, sin adornos, que estoy ahí para todo lo que necesites. TQ!!!

TIC-TAC

TIC-TAC

Tic - tac, el tiempo.....
No estoy loca y siento que pasa, que me mata poco a poco...en silencio. Pero no tengo esa imagen distorsionada, no es un enemigo, sino mi aspiración y propósito de mejorar, de caminar hacia la senda que me lleva al paraíso, meciéndome entre lo bueno y lo malo, un ying yang permanente que a veces me ahoga y otras me embadurna en grandes bocanadas de aire. Me hunde y me deja flotar, gran paradoja...
Cuando apenas rozaba la adolescencia descubrí mi vocación de bruja, y me quemaron en la hoguera. La muchedumbre gritaba entusiasmada y los grandes inquisidores gozaban impasibles ante el dolor que desencajaba mi rostro. Pero perdieron, pues recarnación tras recarnación conservé mi esencia, mis sueños y sobretodo mi facilidad de creer en los demás. Porque no todas las brujas éramos malas, había muchas que velábamos por la felicidad de todos y cada uno de los que prendieron la antorcha.
Todavía hoy, las garras del fuego tratan de enterrarme cuando el ánima se eleva a las alturas y me deja indefensa, así que por defecto, en ocasiones, las cadenas me aprisionan. Pero un simple golpe de reloj o un alma que vaga pérdida me tiende su mano, fuerte. Trato de asirme con fuerza y con un poco de calma, y el tiempo justo, sano mi condena...
Pese a todo, ya se sabe lo que pasa con las viejas heridas...se mofan ante tus ojos y resurgen de sus cenizas...
Luego estan los elfos, que tanto nos dañaron en el pasado y en cambio su karma ha evolucionado, siendo ascendidos a la categoría de ángeles de la guarda, pasando de diablo a dios en un solo tic - tac. Están aquí, y nos protegen, aconsejan, enterneciéndonos tanto el alma, que hoy solo me ha faltado una cosa para ser completamente feliz: un minuto nada más, un abrazo antes de irte...Siempre suya, irremediablemente suya.

LAGO DEL AMOR

LAGO DEL AMOR

De nuevo en mis extravagancias....Pero hoy voy a ser un poco menos surrealista. Tan solo, una imagen...¿os gusta?Se llama el "Lago del amor", está en la Ciudad de Brujas(Bélgica), y el parque donde se encuentra fue bautizado como Minnewater(minne significa amor en flandes).
Resusta increíble ver todo lo que una imagen puede despertar en tu interior...Y no estoy delirando, pues a quién no se le ha encogido el corazón con el anuncio de "Sanitas" y la imagen de la niña devolviéndo los juguetes?,¿cuántas veces no os habeís parado ante una fotografía "añeja" y os ha dado un vuelco el estómago?¿cuántos sueños despiertan ante lugares como el de la fotografía que nos prometemos visitar?Cosas tan pequeñas, y a la vez tan grandes, son las que nos perdemos navegando en la cotidianidad, sin darnos cuenta de que existe una eternidad alrededor de las cuatro paredes en las que nos hemos encerrado.
UNA PROMESA: visitar este lago y traer mi propia fotografía, mi historia, mi ideal, haciéndolo mio...no dejando que los sueños sigan siendo sueños¿Os animaís?

SOLEDAD

Una aureola de oscuridad cubre mi cuerpo, mi alma, y mi razón de ser. Y es que he perdido mi propia batalla, he terminado mi lucha y la luz ha dejado de existir.
Hoy estoy triste, inmensamente triste y padezco del síndrome de la soledad, soledad de amor...
Un día te levantas y han pasado 24 años de tu vida, y te preguntas si era tan inmensamente difícil que te dieran ese abrazo en el mar que siempre deseaste, ese te quiero anhelado al que querías corresponder. Es complicado cuando sabes que has dado todo el amor que tenías dentro, todos los sueños, y nadie ha querido quedarse con ellos.
Al principio de todas y cada una de las pesadillas que suponen las despedidas te prometes olvidar, quererte más a ti misma y en tus adentros luchas porque sigues queriendo cuidar de esa persona, tenerla a tu lado por siempre, incapaz de no perdonarle sus fechorías o sus maldades, independientemente del daño que hayan podido ocasionarte. Pero pese a que perdonas,dispuesta a empezar de cero, sigues sin conseguir nada de lo que esperabas, ni sigue a tu lado, ni la rueda de la fortuna rula para ti.
¿y quién o qué es lo que enseña a quererse uno mismo?¿cómo evitar nadar en la ambigüedad de tu alma?¿Cómo apartar el espectro de la soledad de tu corazón?
Lágrimas que inundan todo mi ser, y sin embargo una sensación de sed se apodera de mi cuerpo. No quieres llorar, pero las puertas del mañana comienzan a abrirse y caes en que tienes que cruzarlas sola. Entornas los ojos para no verlo, para imaginar que todavía te quedan muchos años, pero los que pesan son los ya vividos.
No puedes evitar echar de menos a muchas personas, ciega ante las que tienes ahí. Pero la vida es a veces así de cruel, anhelas a la gente cuando la has perdido y terminas idolatrando justo al que menos se lo merece, invidente de todo lo que te rodea, atraida por lo seductor de la maldad, empezando a saborear tu propio infierno.

Silencio

Noches enteras sin dormir, ebria de silencios que solo se truncan con mis lacónicos suspiros. Un día te levantas y caes en que pasas la vida imaginando que hay gente que vuelve para estar ahí, a tu lado. Y lo que más bien debería ser un sueño, se convierte en una pesadilla al despertar, volver a la realidad, y ver cuánta es la cantidad de personas que ya no está aquí, como si nunca hubieran existido, y cuando hablas de ellas las conviertes en puros personajes de ficción de unas memorias que no puedes escribir voluntariamente ni modificar a tu antojo.
Dedico mis silencios a soñar despierta. El alma asciende a la eternidad y me encuentro viviendo otra vida, en otro sitio. Algo me hace volver, y al mirarme en el espejo veo el reflejo de mi sonrisa en mis adentros, dichosa de felicidad ante aquello que nunca ha sido, embriagada de "la nada".
Pero a veces hay personas que regresan, y parece que estuvieras leyendo el libro al revés, haciéndote regresar y plántandote ante las puertas del ayer, temerosa entre abrirla y encadenarte o tirar la llave en las profundidades del infierno. Te armas de valor, y sobretodo de estupidez y la abres.
No es que esté desvariando, sino que anoche me encontré a una persona que significó mucho en su día, y por unas horas supo hacerme especial. Todavía recuerdo el tacto de su mano entrelazada con la mía, paseando en la noche, sus besos, la forma fijar sus ojos en los mios. Pero posiblemente ha desaparecido. Eso es lo que yo llamo un "remember". Tengo la capacidad de no saber retener a nadie a mi lado, pero también el don de hacer que vuelvan, aunque el viaje solo dure unas horas. Y esas son las cosas que a veces mantienen mi ser esposado entre lo que fue, lo que es y lo que será. Pasado, presente y futuro en una contínua batalla, lidiando entre lo que me dice la cabeza y lo que me exige el corazón.
Aprovecho este artículo para agradecer enormemente los comentarios de aquellos ángeles que ya mencionaba en el primer post. Esas son las cosas que te animan a seguir adelante. GRACIAS a las dos por estar ahí y ser incondicionales.
También quisiera dedicarle esta vez un gran abrazo a Alicia, que sé que ha paseado por las primeras líneas. No es que te olvidara en mi primer articulo, sino que tantas demostraciones de cariño acabaron por empalagarme, y decidí dejar de escribir para poder respirar fuera de las garras de la nostalgia.
Besos a todos.

Sueños

Sueños

Abro los ojos y ya no estas aquí. Esta única frase puede resumir gran parte de mi existencia. Los recuerdos me encadenan al pasado, lo que crea en mi un estado melancólico que muchas veces me lleva a la locura. Y es que como buena cáncer gozo de la mayoría de sus defectos, de toda su sensiblería, de su ansiada búsqueda del amor, de su bohemia, y sobretodo de sus cambios de carácter. Ningún cáncer que se precie carece de esta última característica.
Mi verdadera prisión son los recuerdos, los malos, y los vivo y revivo en mi memoria hasta que el dolor se hace insoportable y los lamentos me ensordecen. No es que el mundo se me halla caído encima, ni mucho menos, pero Cáncer es capaz de convertir el más mínimo detalle de la vida cotidiana en una cadena perpetua, sobretodo si tiene que ver con el amor, su joya más preciada y anhelada.
Tenía ganas de disfrutar de un blog, pero hablar de los hechos del día a día, concienciándome yo y a todos los demás de todos y cada uno de mis pasos, me horroriza. Por ello, pretendo hacer algo diferente, acercarme y acercar a los demás a mi corazón, que no a mi vida.
Ya que hay muchas cosas que ya no puedo cambiar, y por las que ya hay que dejar de luchar y llorar, quiero poner mi mayor empeño en conocerme más a mí misma, la oscuridad de mis sentimientos, y afrontarlo. Sé que eso me obligará a dejar atrás a personas que dios sabe que me encantaría que estuvieran ahí por siempre, pero sé que hay gente que se queda, ángeles que no venderán mi corazón a ningún precio.
Después de leer todo esto, y caer en la abstracción de todo lo escrito os diré que tenía otro artículo preparado para ser el primero, pero se borró(problemas técnicos), y supongo que la música y el ambiente en el que he escrito este nuevo artículo me ha mecido en un estado semincosciente entre lo que he dicho y lo que quería decir. Prometo intentar ser más clara y sobretodo hacer esto lo más interesante posible.
Y como aquel que sale por primera vez en televisión, aprovecho mi primera vez también para saludar:
Besos a mi hermana Yolanda!Solo decirte que te quiero aunque a veces me den ganas de tirarte por el balcón.
Mil besos a Marlene que me mantiene en pie muchas veces, aunque no me entienda! No hace falta decir muchas más cosas pues creo que las dos somos conscientes de cuánto nos queremos.
Besos a Estefanía, ¿hay alguna forma de hacer desaparecer Madrid del mapa y que vuelvas?
Besos a Victoria. También me sobran palabras!!Estoy ahí para todo le que necesites!Al fin y al cabo somos las inventoras de los setos, las fiestas ballantines, y las largas conversaciones a las tantas de la madrugada en un portal sentadas.....¿t acuerdas?Te quiero!!!
Un enorme te quiero a todas esas personas que forman y han formado parte de mi pequeño corazon, esas personas especiales para mi, que me hicieron reir, y fueron capaz de compartir mis penas, mis tristezas y mis ganas de vivir. Me ayudaron a olvidar, aunque fuera por poco tiempo, el miedo que le tengo a la oscuridad.
Mi promesa para este nuevo año: Perder todos los miedos e inseguridades que han alejado a tanta gente de mi vida, ser más fuerte y seguir aumentando día a día el amor a los mios.nullnull